Ante todo, "don't panic!": la buena notícia es que suelen funcionar muy bien.
Os explico cómo van, porque como tantas cosas en la vida, tienen su truquillo.
Pasos a seguir:
- Introduces tu tarjeta en el poste de cobro e introduces tu PIN
- El poste te dice que ya te tiene "fichado". Sacas la tarjeta.
- Pones gasolina
- Cuelgas la manguera y lo que sale en la pantalla es lo que te van a cobrar. Si quieres el ticket le das a la opción y ya está!! ¿Verdad que no es tan difícil?
La primera vez, tras 30 min. de fracasados intentos, conseguimos cancelar la operación. La segunda vez lo hicimos bien de casualidad. Para la tercera entendimos cómo funcionan. Ahora ya vamos de sobrados profesionales. Parece que hasta hablemos holandés...
Ved uns fotos de esos engendros del infierno:
Aspecto exterior típico. Lo más civilizano cercano suele ser la carretera. Aquí, como cosa excepcional, hay un coche repostando. Cuando uno llega a este punto, suele estar en reserva y lleva rato deseando que aparezca una gasolinera.
Este es el poste de pago. Sorprendentemente, éste tiene instrucciones de uso. Por mucho que se le insulte, no funciona mejor. Pero tiene pantalla táctil.Pantalla táctil. No os lleveis a engaño, por muchas banderitas que ponga, solo habla holandés...
De todos modos, y gracias a las claras instrucciones que os he contado, para vosotros ya no son un problema (lo sé: de nada).
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